La esencia básica en las creencias del budismo es la reencarnación – todos los seres nacerán, para después morir y finalmente renacer, así una y otra vez hasta alcanzar la iluminación quedando libres del deseo y el apego. Se cree que, al dejar el plano terrenal, las almas son recibidas por los Trece Reyes quienes juzgarán los actos y vida de cada una de ellas, determinando cómo deberán renacer. Existen múltiples lugares en Japón donde se llevan a cabo peregrinaciones a los trece Budas. Kamakura es uno de estos lugares y Kakuonji uno de trece sitios. Visitar a los trece Budas en peregrinación, es considerado como una de las más grandes acciones para el espíritu. Cada uno de los trece Budas posee diferentes virtudes como la misericordia, templanza, amabilidad, etc. Los peregrinos los visitan con el propósito de limpiarse de pecados, acumular buena fe y acciones para que sus difuntos continúen hacia un renacimiento benévolo y lleno de paz. A través del poder de sus oraciones ayudarán a que las almas de las personas que se han adelantado puedan ser reencarnadas a un mejor mundo.